martes, 30 de noviembre de 2010

Los libros de texto a examen

 
 Los libros de texto, ¿quién iba a decir que un día iban a ser puestos en tela de juicio? Los libros de texto siempre nos han acompañado en nuestra vida escolar y en nuestra formación como profesionales por ello cuesta creer que algo tan arraigado desde el surgimiento de la escuela como institución educativa sea hoy criticado y rechazado por muchos docentes ¡Los propios profesores son los que quieren que desaparezca el libro de texto!

   En la conferencia del Prof. Martínez Bonafé sobre qué es un libro de texto que tuvo lugar en la UJI con motivo de las jornadas "Los libros de texto a examen", se nos enseñó lo que hay detrás de un  libro de texto, que inicialmente se presenta como un recurso didáctico más para la enseñanza y que finalmente acaba siendo el guión a seguir del curso escolar. Detrás del libro de texto se esconde la pedagogía escolástica, que separa conocimiento de individuo que ha de adquirir esos conocimientos, es decir, no tiene en cuenta su entorno, cultura, experiencias... sólo se preocupa de que aprenda lo que pone el libro y punto. Detrás del libro de texto se esconde una forma de trabajo del profesor que es la que marca el libro y se esconde un discurso que hace parecer natural e imprescindible el uso del libro de texto dentro del aula.

   ¿Pero los maestros realmente necesitan los libros de texto para dar sus clase, para enseñar y educar a los alumnos?  Aunque para la mayoría de gente resulte difícil contestar que no a esta pregunta, ya que como he dicho antes, el libro de texto siempre ha estado presente en la enseñanza, hoy sí que se podría decir que sí que es posible, aunque no fácil:

    . Eliminar el libro de texto del aula es trabajo extra para el profe, pero mucho más enriquecedor tanto para alumnos como para profesores ya que estos pueden valerse de sus experiencias personales para llevar a cabo este trabajo y a la vez tener en cuenta al alumno como individuo con una características y circunstancias personales y diferentes que han de ser tenidas en cuenta a la hora de enseñar. El maestro tiene que poder elegir lo que quiere enseñar y cómo lo quiere enseñar, no puede ser un simple ejecutor un método establecido.

    . Saber enseñar sin libro de texto es difícil ¿cómo se hace? Eso nadie nos lo enseña, no hay una cultura establecida para ello,  por tanto es algo que parte del ingenio de cada maestro que esté dispuesto a dejar el libro de texto a un lado. Nosotros como estudiantes de magisterio podríamos tenerlo más fácil pero tampoco es así ya que en nuestra formación falta mucho también para que se lleve a cabo este cambio en la forma de trabajar en el aula, pero también es verdad que hay muchos maestros que están ya trabajando desde sus propias aulas para que esto sea posible y que están poniendo sus ideas, recursos y forma de trabajar al servicio de otros maestros (y aprendices de maestros) para que entre todos se pueda conseguir una nueva forma de enseñar más libre, más vinculada al mundo en que vivimos.

    Otro punto que cabe resaltar es el negocio editorial que suponen los libros de texto, hasta el punto de que los libros de fichas de infantil (¡libros para niños de tres años! que ya es decir) llegan a costar más de doscientos euros a los padres. Las editoriales presentan el libro de texto como el arma absolutamente imprescindible del profesor donde aparece todo lo que es importante saber, y ¿qué no es importante entonces?, ¿quien decide?. Las editoriales eligen los contenidos a tratar del curriculum que establece la comunidad pero pasando totalmente de la opinión de los docentes que son los verdaderos profesionales en este aspecto, ¡¿cómo es posible esto?!  Al final esta negativa es lo que les llevará a terminar por desaparecer.

    A pesar de todos los miedos, dudas, dificultades que puedan ir surgiendo en el camino de conseguir una educación sin libros de texto, pero con multitud de recursos a nuestro alcance, que integran la realidad concreta que vivimos, las experiencias de los docentes, las circunstancias de los alumnos, las ganas de enseñar y aprender por parte de una nueva generación de maestros... se conseguirá, ¿de cuántas cosas se han dicho esto no va a a estar nunca al alcance de todos y luego véase ejemplos como telefonía móvil, acceso a internet, cambio a formatos digitales de video, fotografía...?

    También es importante trabajar entre todos para eliminar barreras de tradiciones (padres y maestros que se niegan a abandonar los libros de texto), culturales, administrativas, editoriales...

    Con lo que me quedo para mi personalmente es con el optimismo que muestran tantos profesionales de la docencia y que trabajan cada día para ayudar a compañeros y a las generaciones de maestros que estamos por llegar para conseguir este cambio que tanta falta hace en educación Y citando a J. Adell "para aprender solo hay que buscar buenos ejemplos" que los hay.
  

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